LOS ACOMPAÑAMIENTOS MUSICALES DE CARLOS GARDEL
A LO LARGO DE SU TRAYECTORIA
(Por Hamlet Peluso y Eduardo Visconti)
Carlos Gardel, desde sus comienzos artísticos hasta finalizar
su trayectoria, tuvo diferentes acompañamientos musicales,
predominando siempre el de guitarras. Entre 1912 y 1913 en Buenos
Aires, frente a la bocina receptora del gabinete de grabación
acústica de la Casa Tagini, interpretó para los
discos Columbia Récord los estilos “Sos mi tirador
plateado”, “La mañanita”, “A mi
madre (Pobre madre)”, “Me dejaste”, “Mi
china cabrera (Palanganeando)”, “El sueño”, “Pobre
flor”, “La mariposa”, “La cifra”, “Yo
sé hacer”; los valses “El almohadón”, “A
Mitre”, “La vidalita”, “Mi madre querida” y
las canciones “Es en vano”, “Brisas de la tarde” y “El
Prisionero”, que todavía permanece inédito.
Cantó con destacada influencia payadoril y rasgueos de
su propia guitarra.
En los anuncios periodísticos de la época de la
Casa Tagini se lo mencionaba como “Carlos Gardel, tenor,
artista del Teatro Nacional”.
En 1917 Max Clucksmann contrató al dúo Gardel-Razzano
para el elenco de su sello Disco Nacional Odeón. Cantando
a dúo –Gardel hacía la segunda voz y Razzano
la primera- y alternándose también como solistas,
grabaron las obras populares de mayor auge en la época.
Rasgueando al compás sus guitarras, eran acompañados
en el punteo por el moreno José Ricardo, que fue su primer
guitarrista desde 1915.
El tango canción tuvo en Gardel su intérprete creador
a partir de “Mi noche triste”. Desde ese momento
la música ciudadana fue inseparable de su repertorio en
el que abundaban las canciones criollas.
Ese año de 1917 el dúo Gardel-Razzano participó de
la grabación del estilo que le pertenece: “El moro”,
en arreglo de tango, cantando y silbando con la orquesta típica
de Roberto Firpo, perteneciente al elenco de “Odeón” y
formada por: Roberto Firpo (piano), Juan Bautista Deambroggio “Bachicha” (bandoneón),
Agesilao Ferrazzano y Cayetano Puglisi (violines), Alejandro
Michetti (flauta) y Juan Carlos Bazán (clarinete). La
versión fue realizada exclusivamente para el repertorio
de Roberto Firpo y el nombre del dúo como intérprete
del estribillo no figura en el marbete del disco original.
Guillermo Desiderio Barbieri en 1921 integró, junto al “Negro” Ricardo,
el acompañamiento de guitarras. Gardel y Razano dejaron
de tocar al compás de sus encordados para dedicarse exclusivamente
al canto. Carlitos ya en sus famosos solos, se destacaba en cuantos
escenarios se presentaba estrenando con mayor preponderancia
los tangos que iban enriqueciendo su repertorio popular.
En 1923 Gardel y Razzano, con sus guitarristas Ricardo y Barbieri,
actuaron exitosamente en el teatro Apolo de Madrid, con la compañía
de Matilde Rivera y Enrique De Rosas.
En 1924 Gardel grabó en Buenos Aires sus tangos “La
Garçonnière” y “Beso ingrato”,
la canción “Como agoniza la flor” y el foxtrot “Oh,
París”, secundado esta vez por la orquesta típica
de Francisco Canaro, perteneciente también al elenco de
Odeón. El sexteto típico estaba integrado por Luis
Riccardi (piano), Juan Canaro y Minotto Di Cicco (bandoneones),
Francisco Canaro y Eduardo Ponzio (violines) y Vicente Sciarreta
(contrabajo).
Como lo hiciera en distintas oportunidades de su discografía,
Gardel alteraba el habitual marco de sus guitarras para ofrecer
a su público las novedades y lo mejor de su arte, cantando
con distintos acompañamientos para realzar sus creaciones.
En 1925 registró los tangos “Perdón viejita” y “Fea”,
acompañado excepcionalmente por la orquesta típica
de Osvaldo Fresedo, incorporada recientemente al elenco de discos
Nacional “Odeón” y formada por José María
Rizutti (piano), Osvaldo Fresedo-Alberto Rodríguez (bandoneones),
Adolfo Muzzi-Juan Koller (violines) y Humberto Costanzo (contrabajo).
Debido a una afección en sus cuerdas vocales, José Razzano
se desvinculó artísticamente de su compañero
de rubro. Ese mismo año de 1925 Gardel realizó como
solista su segundo y exitoso viaje a España con la Compañía
Rivera-De Rosas. Actuó acompañado únicamente
por su guitarrista José Ricardo y grabó una serie
de discos en el sello Odeón de Barcelona.<
Nuevamente en Buenos Aires, el cantor prosiguió su ascendente
y admirable trayectoria como solista, secundado en guitarras
por Ricardo y Barbieri, hasta llegar a julio de 1928, cuando
incorporó a su conjunto estable a José María
Aguilar. Con su dominio y utilización de la púa
en las cuerdas de la guitarra, Aguilar se lució diestramente
en los pasajes de punteo y mandolina que adornaban el acompañamiento
musical.
En noviembre de 1926 el sello Odeón de Buenos Aires, perfeccionando
técnicamente el sonido de sus placas fonográficas,
había incorporado en sus estudios de grabación
el sistema eléctrico con micrófono que tocara en
suerte estrenar a Gardel. Posteriormente a este suceso, muchos
títulos exitosos de su repertorio realizados en el deficiente
sistema acústico o mecánico, fueron repetidos por
el cantor.
El trío de guitarras Ricardo, Barbieri y Aguilar, en septiembre
de 1928 graban en Buenos Aires cuatro obras instrumentales: “Manos
Brujas” (foxtrot), “Las madreselvas” (zamba), “Quejas
del alma” y “La cumparsita” (tangos).
Nuevamente en octubre de ese año al viajar a París
acompañando a Gardel en su rutilante consagración
artística, realizan junto a una serie de discos con el
cantor, otras cuatro versiones instrumentales: “Resignate
hermano”, “9 de julio”, “A orillas del
Sena” y “Re-fa-si” (tangos) que testimonian
la destreza del conjunto guitarrístico y el buen sonido
de las cuerdas de tripa. El Negro Ricardo, después de
casi 14 años de eficiente labor con su guitarra bordonera
al lado de Gardel, se desvinculó para seguir otros senderos
musicales, luego de cumplir los compromisos fonográficos
en París y las actuaciones en Madrid.
El 31 de diciembre de 1929 en Buenos Aires, se reintegró el
dúo Gardel-Razzano solamente para el disco. Registraron
en esa oportunidad, acompañados por las guitarras de Aguilar
y Barbieri, las zambas “Claveles mendocinos” y “Serrana
impía”.
En marzo de 1930, también en Buenos Aires, Andgel Domingo
Riverol pasó a integrar el acompañamiento de guitarras
junto a Barbieri y Aguilar. El 1 de abril de ese año,
con Rodolfo Biaggi en el piano, Antonio Rodio en el violín
y Barbieri, Aguilar y Riverol en las guitarras, Gardel grabó los
tangos “Buenos Aires”, “Viejo smocking” y “Aquellas
farras”, el vals “Aromas del Cairo” y el foxtrot “Yo
nací para ti, tú serás para mí”.
El 19 de abril también hizo dos versiones del tango “Lo
han visto con otra, secundado solamente por el piano de Biaggi
y el violín de Rodio, versiones que permanecieron inéditas
durante muchos años.
Entre octubre y noviembre de 1930, Gardel en sociedad con Francisco
Canaro, filmó con la producción de los estudios
de Federico Valle y dirigido por Eduardo Morera, los
primeros cortometrajes sonoros argentinos en sistema fono-film (Movietone).
El scketch de “Viejo smocking” fue escrito por Enrique
Pedro Maroni y protagonizado por el cantor, junto a la actriz
Inés Murria y el actor César Fiaschi. Acompañado
por la orquesta típica
de Francisco Canaro, Gardel cantó el
tango homónimo “Viejo smocking” y el vals “Rosas
de otoño”.
En los encuadres de las canciones restantes y secundado por sus
guitarristas Barbieri, Aguilar y Riverol, interpretó los
tangso “Mano a mano”, “Canchero”, “Enfundá la
mandolina”, “Yira...yira”, “Tengo miedo”, “Padrino
pelado”, el vals “Añoranzas” y la canción
campera “El carretero”. En este histórico
filme, prologando las canciones, Gardel dialogó individualmente
en distintas escenas con Francisco Canaro, Arturo de Nava, Enrique
Santos Discépolo y Celedonio Esteban Flores. La voz y
la figura de Gardel surgen de estos cortos plenas de calidez
y fuerza magnética. Las interpretaciones de las obras
mencionadas son muy distintas de las versiones que grabara en
discos Nacional-Odeón.
Eduardo Morera declaró en algunos reportajes periodísticos
que se habían filmado 15 cortos con Gardel, pero por deficiencias
técnicas se habían descartado 5. uno de ellos sería
donde Gardel canta el tango “Leguisamo solo”, con
guitarras, previo diálogo con el destacado jockey Irineo
Leguisamo, a quien lo unía una gran amistad por su vinculación
al ambiente del turf.
En 1995, después de 65 años, apareció en
manos privadas y en buen estado de conservación, un corto
filmado en esa misma época, donde Gardel interpreta el
tango “El quinielero” acompañado por las guitarras
de Baribieri, Aguilar y Riverol.
El 5 de diciembre de 1930 Gardel grabó los tangos “La
mariposa”, “Senda florida”, “Viejo rincón” y
el vals “Rosas de otoño” con la orquesta típica
de Francisco Canaro, reeditando éxitos de sus audiciones
de la “Hora Geniol” por Radio Splendid, en la que
alternaba cantando con sus guitarras Barbieri, Aguilar y Riverol.
Al día siguiente, el cantor partió con sus guitarristas
hacia Europa para cumplir compromisos artísticos.
José María Aguilar, por desacuerdos personales
con Gardel, en marzo de 1931 se desvinculó en Niza del
trío de guitarras. Ese año, contratado por la Paramount,
Gardel filmó en Joinville (París) “Las luces
de Buenos Aires”, dirigido por Adelqui Millar y con artistas
argentinos que pertenecían a la compañía
revisteril de Manuel Romero y Bayón Herrera. Gardel cantó en
ese filme de largometraje la canción “El rosal” acompañado
por las guitarras de Barbieri y Riverol, quienes en otra secuencia
cantan a dúo la chacarera “La sufrida”. En
el tango “Tomo y obligo” Gardel tuvo el acompañamiento
del violín de Julio De Caro y el bandoneón de Pedro
Laurenz, caracterizados ambos para esa inolvidable escena del
cafetín de arrabal en la que participó también
el actor Pedro Quaretucci. Fuera de cámara, el inconfundible
piano de Francisco De Caro completaba el trío típico.
En Buenos Aires y en septiembre de 1931, Gardel incorporó a
su conjunto de guitarras a Domingo Julio Vivas, por su amistad
con Barbieri.
Entre septiembre y octubre el cantor registró los tangos “Confesión”, “Taconeando”, “Tomo
y obligo”, “Madreselva” y el vals “Yo
no sé qué me han hecho tus ojos” acompañado
por el sexteto típico de Francisco Canaro. Como en 1930,
estaba integrado por Luis Riccardi (piano), Federico Scorticatti/Angel
Ramos (bandoneones), Cayetano Puglisi/Mauricio Mise (violines)
y Olindo Sinibaldi (contrabajo..
Con las guitarras de Barbieri, Riverol y Vivas, Gardel grabó,
entre una serie de catorce obras, la canción “Como
se canta en Nápoles” en dialecto napolitano.
Con la orquesta del franco-armenio Kalikian Gregor grabó en
francés el vals “Deja”, las canciones “Folie”,
y “Madame c’est vous” y el foxtrot “Je
te dirai”. La jazz band de Gregor que acompañó a
Gardel estaba integrada por Alberto Hervier (saxo alto), Carlos
Trógolo (saxo tenor), Francisco Mazzeo (trompeta), José Brullo
(trombón), Freddie Forsher (piano), Manuel Gabinovich
(violín), Johny Conyers (guitarrista) y Luis Castro (batería).
Durante 1932 Gardel estuvo ausente de la Argentina debido a
sus compromisos contraídos en el extranjero. Sus guitarristas
quedaron en Buenos Aires trabajando con otros cantores y cancionistas.
Los días 22 y 23 de julio Gardel grabó doce obras
para la Casa Odeón de Barcelona. Acompañado en
el piano por Juan Cruz Mateo y por el violinista clásico
catalán Joaquín Solsona, registró los tantos “Mentira”, “Pan”, “Otario
que andás penando”, “Por favor dejame”, “Sueño
querido”, “Noches de Montmartre”, “Aquellas
cartas”, “Sorpresa” y “Cara rota”.
Con el mismo acompañamiento y el agregado de J. Arramendi
en vibráfono, el vals “Sueño de juventud”.
En la canción “El Rosal” y la tonada salteña “Mentiras” fue
secundado por el piano de Juan Cruz Mateo y la guitarra de Rafael
Iriarte, “El Rata”.
En Joinville (París), Gardel filmó con la Paramount
entre setiembre y noviembre tres películas: “Espérame”, “Melodía
de Arrabal” y “La casa es seria”. En “Espérame” (“Andanzas
de un criollo en España”), dirigida por Louis Gasnier,
Gardel cantó con el acompañamiento del sexteto
típico de Juan Cruz Mateo el tango “Me3 da pena
confesarlo” y la zamba “Criollita de mis amores”,
esta última con variantes en la letera con respecto a
la versión que grabara posteriormente con guitarras y
que se editó con el subtítulo “Criollita
de mis ensueños” en el marbete de los discos.
En la rumba “Por tus ojos negros” y en el tango-estilo “Estudiante”,
lo acompañó la orquesta típica cubana de
Don Aspiazu, integrada por 16 músicos, con la asesoría
de Marcel Lattés. En el tango-estilo intervino en la orquesta,
la guitarra de Horacio Pettorossi, quien también como
solista secundó a Gardel en otras escenas en que cantó fragmentariamente “Por
tus ojos negros” y “Estudiante”. Al final del
filme, acompañados por guitarras, Gardel y la actriz Goyita
Herrero cantaron a dúo “Por tus ojos negros”.
En “Melodía de Arrabal”, dirigido nuevamente
por Luis Gasnier, Gardel cantó -en la escena del teatro-
los tangos “Silencio” y “Melodía de
Arrabal”, acompañado por la orquesta típica
de Juan Cruz Mateo, integrada por Juan Cruz Mateo, Ramón
Mendizábal (pianos), Julio Falcón, Angel Mafia,
Gerardo Martínez, José Schumacher (bandoneones),
Juan Ghirlanda, Segundo Ardanaz (español), Esteban Rovati
(violines), Horacio Pettorossi, Esteban Gutiérrez (guitarras)
y Louis Montigny (francés) (contrabajo). En el coro de
las madrecitas de “Silencio” intervinieron Imperio
Argentina y las niñas que figuraban ser sus alumnas de
canto.
En la primera interpretación del tango homónimo “Melodía
de arrabal”, en la escena del café, Gardel fue acompañado
por el sexteto típico de Juan Cruz Mateo, quien en esa
ocasión tocó el violín. En la tonada campera “Mañanita
de sol” a dúo con Imperio Argentina, fue secundado
por el piano de Juan Cruz Mateo y en la canción “Cuando
tú no estás”, por la orquesta típica
cubana de Don Aspiazu.
En “La casa es seria”, un cortometraje dirigido por
Monsieur Jaquelux, Gardel cantó el tango “Recuerdo
malevo”, acompañado por la orquesta típica
de Juan Cruz Mateo y la canción “Esperaré” (“Quiéreme”),
por la orquesta típica cubana de Don Aspiazu. Este último
tema no fue llevado al disco por el cantor. Sol está en
el hoy inhallable cortometraje mencionado, del que apareció hace
unos años el sonido completo con los diálogos y
canciones, grabado de los discos de la época de la banda
de sonido.
Al iniciarse el año 1933 y nuevamente en Buenos Aires,
Gardel incorporó a su acompañamiento a Horacio
Pettorossi, integrando el primer cuarteto de guitarras que tuvo
un cantor popular.
Durante su año final en la Argentina, Gardel grabó con
las guitarras de Pettorossi, Barbieri, Riverol y Vivas, 60 obras,
entre ellas las canciones de sus últimas películas
y las a dúo consigo mismo, inaugurando este sistema técnico
en el país. También registró la canción
en francés “Parlez-moi d’amour”.
El 17 de marzo, con una orquesta sinfónica dirigida por
Alberto Castellanos, integrada por diez músicos, entre
ellos Castellanos al piano, Washington Castro en violoncello
y Alfredo Citro en violín, Gardel grabó el tango
estilo “Estudiante”, la canción “Cuando
tú no estás” y la rumba “Por tus ojos
negros”.
El 27 de marzo, con la orquesta típica de Francisco Canaro,
grabó el tango “Silencio” en el que lo secundó el
coro de voces femeninas del Teatro Nacional, compuesto por Blanca
del Prado, Melisa San Martín, Elida Medoya, Emilia Pezzi,
Sara Delear y Corina Palermo. El clarín fue interpretado
por el pistón de José Ranieri.
La orquesta típica de Francisco Canaro estaba integrada
por: Luis Riccardi (piano); Ciriaco Ortiz, Federico Scorticatti
(bandoneones); Cayetano Puglisi, Mario Brugni (violines); Olindo
Sinibaldi (contrabajo) y José Ranieri (pistón).
La grabación de “Silencio” con su conjunto
de guitarras fue realizada el 13 de mayo. Intervino nuevamente
el mismo coro del Teatro Nacional y en la parte del clarín,
el “Negro” Vivas con su bandoneón prosiguiendo
de inmediato con sus compañeros en el acompañamiento
guitarrístico.
Existe una grabación anterior de Gardel con sus guitarras
(cuatro tomas no editadas originalmente, del 14 de febrero),
en las que cantan dos hijas de Barbieri, María Esther
y Adela, haciendo el coro de las “madrecitas”. El
clarín lo realizó un pistón, probablemente
José Ranieri.
El 31 de julio, con un excepcional quinteto sinfónico
dirigido nuevamente por Alberto Castellanos y formado sólo
para esa ocasión, Gardel registró el vals “Noches
de Atenas”. Componían el magistral acompañamiento
Alberto Castellanos (piano), José María Castro
(violoncello), Remo Bolognini (primer violín), Hugo Mariani
(segundo violín) y Humberto Di Tata (contrabajo).
En 1934, después de su exitoso debut radial en Nueva York,
Gardel filmó en Astoria, Long Island, “Cuesta
Abajo” y “El
Tango en Broadway”, dirigido por Louis Gasnier y para el
sello Paramount. En dichas películas cantó con
la dirección musical de Alberto Castellanos y el acompañamiento
de la orquesta de Terig Tucci, con excepción de tres obras.
En “Cuesta Abajo” interpretó con orquesta
el vals “Amores de estudiante” y los tangos “Cuesta
Abajo” y “Mi Buenos Aires querido”. En la escena
del fogón cantó la cifra “Criollita decí que
sí”, acompañado por la guitarra de Horacio
Pettorossi, que aparece en el filme, y presumiblemente por otro
guitarrista no identificado que está a un costado.
El fragmento del tango “Por tu boca roja” lo cantó Gardel
en la parte del brindis con el piano de Alberto Castellanos.
Posteriormente y en otra secuencia lo entonó a capella
la actriz Mona Maris. Esta obra de Gardel y le Pera quedó inconclusa
por sus autores y fue terminada en 1983 por Sebastián
Piana en la música y José Le Pera, el hermano de
Alfredo, en la letra. Fue registrada en S.A.D.A.I.C. y publicada
la partitura con el título definitivo de “La vida
en un trago”. Posteriormente lo grabó el cantor
Héctor Palacios con el conjunto Buenos Aires 3 y cuerdas
con dirección musical de Alfredo Di Risio.
En “El Tango en Broadway” Gardel interpretó con
la orquesta el foxtrot “Rubias de New York” y los
tangos “Golondrinas” y “Soledad”. En
la zamba “Caminito soleado” fue acompañado
por el piano de Alberto Castellanos y las guitarras de Agustín
Cornejo, Roberto Moya, Carlos Gianotti y Medina (puertorriqueño).
Al final de la canción repite la primera parte a dúo
con Trini Ramos, actriz, bailarina y cantante.
Del 10 al 15 de diciembre Gardel filmó el sketch de “Cazadores
de Estrellas 1935”, dirigido por Norman Taurog y Theodore
Reed. En su breve intervención cantó con la dirección
musical y la orquesta de Terig Tucci la canción campera “Apure,
delantero buey” y el tango “Amargura”, este último
también en su versión en inglés.
En enero de 1935 Gardel filmó “El día que
me quieras”, bajo la dirección de John Reinhardt.
Con la dirección musical y la orquesta de Terig Tucci
cantó la rumba “Sol Tropical” (“Amor
tropical”), la canción “El día que
me quieras” y los tangos “Sus ojos se cerraron” y “Volver”.
En la canción homónima “El día que
me quieras”, en la escena del jardín, interpretó a
dúo con la actriz Rosita Moreno la segunda parte de la
obra. El vals “Suerte negra” (“Jurar en vano”)
lo cantó con guitarras en trío con los actores
Tito Lusiardo y Manuel Peluffo, en la risueña escena del
hipo. En el estilo criollo “Guitarra, guitarra mía” fue
acompañado también con guitarras, presumiblemente
las ya mencionadas que participaron en “El Tango en Broadway” en
la zamba “Caminito soleado”, junto al piano de Alberto
Castellanos
En febrero de 1935 filmó su última película, “Tango
Bar”, dirigida también por John Reinhardt. Cantó secundado
por la dirección musical y la orquesta de Terig Tucci
los tangos “Por una cabeza” y “Arrabal amargo”,
la jota “Los ojos de mi moza” y lña canción “Lejana
tierra mía”. En el coro masculino de “Por
una cabeza” intervinieron cantando Aguilar, Barbieri y
Riverol, quienes también aparecen en escena muy fugazmente
sacando boletos en la ventanilla del h hipódromo. En este
filme, Gardel bailó con Rosita Moreno nuevamente el tango
milonga “Viejos Tiempos”, como lo hiciera también
en “Cuesta Abajo” con Mona Maris. A pesar de tener
letra de Alfredo Le Pera, este tema no lo cantó para la
cinematografía ni tampoco para la discografía.
Editada su partitura en 1937 por la Editorial Musical Alfredo
Perrotti, ese mismo año fue grabado en Buenos Aires por
la orquesta típica de Francisco Canaro y la voz de Roberto
Maida.
El sello fonográfico RCA Víctor de Nueva York
cntrató a Gardel para integrar su estelar elenco de artistas
mundiales. Entre julio de 1934 y marzo de 1935, grabó una
serie de 20 canciones pertenecientes a los cuatro filmes realizados
en esos años, con excepción del tango “Volvió una
noche” que no pertenece a ninguno de ellos. En la cifra “Criollita
decí que sí” y la zamba “Caminito soleado”,
fue secundado por el piano de Alberto Castellanos y dos guitarras
no identificadas.
Con arreglos y acompañamiento de la orquesta de Terig
Tucci, integrada por el mismo Terig Tucci, Remo Bolognini y Rafael
Galindo (violines), Joe Biviano (acordeón), Domingo Guido
(bajo), Alberto Castellanos (piano) y presumiblemente Osvaldo
Nazzuchi o Vicente Navatta (violoncello), fueron grabadas por
Gardel las siguientes versiones: “Cuesta Abajo”, “Mi
Buenos Aires querido”, “Golondrinas” “Soledad” (tangos), “Amores
de estudiante” (vals) y “Rubias de New York” (foxtrot)
Con la misma orquesta y las variantes en que Terig Tucci solo
dirige, reemplazándolo indistintamente al violín
Juan Manzo u Horacio Zito, el piano a cargo de Abraham Thevenet
o Joseph Kahn, y la intervención de la guitarra de Eugenio
Cibelli, Gardel registró “Arrabal amargo”, “Sus
ojos se cerraron”, “Volver”, “Por una
cabeza”, “Volvió una noche” y “Amargura” (tangos); “Lejana
tierra mía”, “El día que me quieras” (canciones), “Sol
tropical” (“Amor tropical”) (rumba), “Apure
delantero buey” (canción) y “Los ojos de mi
moza” (jota). En la rumba participó en el marco
musical Jorge López (puertorriqueño) (trompeta)
y en la jota Aníbal Alcaraz (castañuelas)
En agosto de 1983 se conoció en la Argentina el long
play “El Gardelazo” (TLP-50095) del sello RCA Víctor.
Como primicia mundial nunca editada se publicó allí la
versión del tango “Amargura” (“Cheating
muchachita”), disco de prueba en el que Gardel canta el
estribillo en inglés y el rest en castellano. Fue grabado
en Nueva York el 20 de marzo de 1935 con la matriz BUE 89233-1.
el acompañamiento musical es de la orquesta de Regi Tucci.
El disco fue cedido y presentado por el actor y cantr Rolando
Chaves. Llegó a sus manos por parientes de Geo Morris.
En “Guitarra, guitarra mía”, estilo criollo,
acompañan a Gardel sus guitarristas Aguilar, Barbieri
y Riverol, quienes fueron llamados por el cantor a Nueva York
para participar en la gira por Centroamérica, que culminó fatalmente
en Medellín.
Esta fue, por capricho del destino, la última grabación
de Gardel cantada. Su postrer registro fue un disco hablado para
el departamento de exportación de la Víctor, en
el que también intervino Alfredo Le Pera.
Carlitos Gardel, con los diversos acompañamientos musicales
de su trayectoria artística, permanece por intermedio
de sus discos y películas con la plena vigencia de su
voz, su personal estilo y su arte creador, comoe l símbolo
máximo de la canción popular rioplatense.
(Trabajo publicado en PARA VOS MOROCHO,
ediciones de Museos de Buenos Aires, 2003)
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