GARDEL Y SU HISTORIA DISCOGRÁFICA
(Por Bruno Cespi y Héctor Lucci)
En el año 1899 llegan a Buenos Aires los primeros gramófonos
para discos planos de 6 y 7 pulgadas de diámetro, importados por
la casa Enrique Lepage, ubicada en la calle Bolívar 375. Procedían
de Estados Unidos y ostentaban la marca “Gramophone” registrada
por su inventor, el alemán Emilio Berliner en el año 1888.
Estas máquinas parlantes asombran a la población de Buenos
Aires que ansiosamente quiere escucharlas y es por eso que se instalan,
en la calle Florida y en la Avenida de Mayo, locales donde se efectúan
demostraciones audibles mediante un pago equivalente a una entrada para
espectáculos populares. Esta misma experiencia y modalidad ya había
ocurrido en Buenos Aires cinco años antes, en 1893, con la aparición
del fonógrafo de Edison que grababa y reproducía cilindros
de cera.
Coincidentemente, en ese tan fonográfico año noventa y tres,
arriban al puerto de Buenos Aires desde Burdeos la señora Berthe
Gardès, nacida en Toulouse, con su hijo Charles Romuald Gardès,
nacido en el hospital de la Grave de esa misma ciudad el día 11
de diciembre de 1890. Carlos pisó y miró el suelo argentino
el día 11 de marzo de 1893, a la edad de dos años y tres
meses. La decisión tomada por la señora Berta de trasladarse
a un lugar tan distante como Buenos Aires con su hijo natural, en medio
de su situación familiar tan incómoda y de rigidez incomprensible,
resultó, sin siquiera ella soñarlo, el regalo anticipado
para el futuro de su hijo Carlitos, que comienza a vivir sus días
nada menos que en el centro del corazón porteño de Buenos
Aires, su primera escuela y donde aprendió y cantó con sus
compañeros canciones nativas.
En esos primeros años del ‘900, el ambiente musical de Buenos
Aires se difundió grandemente de manera doméstica gracias
al gramófono, prevaleciendo los géneros criollos que incluían
al tango, y canzonetas y arias de óperas italianas. En ese entorno
musical vivió Carlitos su niñez.
En 1902 se graban en Buenos Aires los
primeros discos para gramófonos siendo su diámetro entre
165 y 175 mm, y realizándose las grabaciones por medio de una máquina
ambulante enviada por la compañía Zonophone, cuyo propietario
fuera un muy cercano colaborador de Emilio Berliner en el desarrollo del
gramófono.
En estos primeros discos zonophone ponen su voz y su música payadores
y cantores como Arturo de Nava, Alfredo Munilla, la orquesta del Teatro
San Martín y la Banda de la Policía de Buenos Aires, dirigida
por Félix Rizzutti, padre del pianista José María.
En el año 1905 aparecen en el comercio los primeros discos de 10
pulgadas (25 cm.), grabados en Buenos Aires por la misma casa Zonophone,
aumentando el número de intérpretes: Angel Villoldo, Andrée
Vivianne, Higinio Cazón, Gabino Ezeiza, José Madariaga, la
orquesta del teatro Apolo, entre otros.
Ya en este año también existían otras compañías
como Odeón, Víctor Pathe y Columbia, que grababan en Buenos
Aires con el mismo sistema ambulante, en el cual ocupó un lugar
preferencial el pujante tango.
Llegamos a 1910, cuando el italiano José Tagini, instalado con un
negocio de bazar, venta de discos y máquinas fonográficas,
obtiene la licencia de la casa Columbia de Norteamérica para grabar
discos, instalando ahí mismo el laboratorio de Grabación,
Avenida de Mayo y Perú (Avda de Mayo 601, Perú 25).
Entre los primeros personajes que integran esos discos Columbia Récord
están Alfredo Gobbi, Angel Villoldo, Gabino Ezeiza, Eugenio Gerardo
López, Arturo Mathon, José Betinoti, Flora Rodríguez
de Gobbi, Juan Sarcione y muchos más.
Participando como conjuntos musicales se encuentran la Banda Municipal,
la orquesta típica criolla de Vicente Greco que recibe el bautismo
de “Orquesta Típica Criolla”, apareciendo esta mención
por primera vez impresa en una etiqueta de disco. Le siguieron conjuntos
como los del tano Genaro Espósito, Juan Maglio (Pacho) que, con
su magnífico cuarteto, se convertiría en el mayor productor
de discos argentinos de 1912.
El cuerpo de participantes que ocuparon el catálogo de estos discos
Columbia Récord fue muy extenso y es ahí entonces cuando
José Tagini le ofrece la oportunidad a un joven de 21 años,
ya llamado Carlos Gardel, para que grabara siete discos dobles con repertorio
a su elección.
El anuncio ofreciendo los primeros cuatro discos grabados por Carlos Gardel
lo publica la casa Tagini en la revista Fray Mocho el 28 de marzo de 1913
y con el siguiente repertorio: T594: La mañanita, estilo / Me dejaste,
estilo; T595: Mi madre, estilo / Es en vano, canción; T637: Pobre
Flor, estilo / La mariposa, estilo; T638: El almohadón, vals / Brisas
de la tarde, canción. Dicho anuncio decía: “Carlos
Gardel, tenor. Artista del Teatro Nacional. Discos dobles de 25 cm. $2.-m/n”
Estos discos dobles Columbia Récord se matrizaban y grababan en
Norteamérica y tenían etiquetas color azul marino con letras
doradas. Los tres discos faltantes aparecieron casi inmediatamente y eran
T728: Sos mi tirador plateado, estilo / Yo sé hacer, cifra; T729:
Mi china cabrera, estilo / A mi madre, estilo; T730: El sueño, estilo
/ A Mitre, vals.
Pasaron cinco años más para que Gardel grabara nuevamente
y esta vez lo hizo para la casa Max Glucksmann en
1917, acompañado por José Razzano. Las grabaciones se llevaron
a cabo en un pequeño recinto de un depósito de películas
cinematográficas Pathé, de las cuales Max Glucksmann era
representante.
La máquina que realizó estas grabaciones acústicas
fue la misma que trajera de Alemania Alfredo Améndola para sus discos
Atlanta en 1912 y que al cesar su actividad en 1915, fue adquirida en subasta
por Max Glucksmann. Estos primeros discos de 1917 tenían una etiqueta
bordó con letras doradas y la inscripción “Gardel-Razzano”.
La primera obra que elige el dúo para llevar al disco le pertenece
a Angel Villoldo y se titula “Cantar Eterno”, canción
realizada en abril de ese año, alternándose en cada disco
doble el dúo, con algunos solos de Razzano y otros de Gardel.
En este primer lote de aproximadamente cincuenta grabaciones se gesta la
interpretación del tango cantado en un solo de Gardel: “Mi
noche triste”, obra elaborada entre Samuel Castriota con su tango “Lita” (1915)
y Pascual Contursi con su poema “Mal de ausencia” (1917). Gardel
puso lo que faltaba: la resolución en la interpretación.
Todos estos discos de 1917 se grababan en cera y eran enviados a Brasil
para su proceso de matrizado y prensado. Por eso puede leerse en las etiquetas,
en letras muy chicas y en bajo relieve, la leyenda “ind. Brazileira”.
En 1919 comienza otro ciclo de grabaciones, ahora en Discos Nacional, ya
de fabricación íntegra en el país. En la etiqueta,
también de color bordó, puede leerse: “Fabricado exclusivamente
para Max Glucksmann por la Primera fábrica nacional de discos de
la República Argentina”.
La trayectoria discográfica desplegada por Gardel fue ininterrumpida
desde 1919 a 1935.
En Argentina le toca a Rosita Quiroga ser la primera cancionista que graba
un disco con micrófono (proceso eléctrico). Fue el 1° de
marzo de 1926 para la compañía Victor con el tango de Antonio
Polito y Celedonio Flores “La musa mistonga”, disco Nro. 79.632.
Carlos Gardel graba su primer disco eléctrico en Argentina el día
8 de noviembre de 1926 con el pasodoble de Nicolás Verona y Lito
Más, titulado “Puñadito de sal” , pero, en realidad,
su primera grabación eléctrica la registra en Barcelona el
26 de diciembre de 1925 con el tango de Eduardo Bonessi y Enrique Dizeo “Echaste
buena”.
Sigue grabando en Buenos Aires hasta 1927 y en 1928 vuelve a grabar en
Barcelona, volviendo a hacerlo en Buenos Aires el 20 de junio del mismo
año.
Vuelve a París y graba desde el 11 de octubre de 1928 hasta el 6
de abril de 1929; en Buenos Aires, entre 1929 y 1930; en París,
en 1931; en Barcelona, en 1932; en Buenos Aires, en 1933 y las últimas
grabaciones las realiza en Nueva York, desde el 27-7-34 hasta el 20 de
marzo de 1935, con “Guitarra mía”, de Gardel y Le Pera.
Hoy, a noventa años de su primer disco Columbia Récord, Gardel
sigue siendo el genuino representante de nuestro repertorio nacional.
Buenos Aires, 2002.
(Trabajo publicado por el Museo Casa Carlos Gardel en PARA VOS, MOROCHO)
LAS PRIMERAS GRABACIONES:
Antes de 1902 las grabaciones se registraban en cilindros. A partir de
dicho año comienza a grabarse con sistema acústico (o mecánico),
ya no en cilindros sino en discos. Alrededor de 1904 se grabaron los primeros
tangos, con instrumentos de viento y rondallas (bandurria, mandolín,
violín y guitarra). En este sistema dos grandes bocinas registraban
los sonidos, los que se imprimían sobre cera virgen. Recién
en 1911 se incorpora el bandoneón, en un registro de la Orquesta
Típica Criolla dirigida por Vicente Greco. En 1926 se graba el primer
tango con el sistema de grabación eléctrico, que mejoró notablemente
la calidad del sonido. La intérprete de dicho tango fue Rosita Quiroga.
MAX GLUCKSMANN
Inmigrante austríaco que en la Casa Lepage, a fines del siglo XIX
y principios del XX produce, distribuye, vende y exhibe películas.
Sus estudios de grabación registrarían para Discos Nacional
Odeón las primeras grabaciones del dúo Gardel-Razzano. Max
Glucksmann fue, sin discusiones, pionero de las industrias discográfica
y cinematográfica argentinas.
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